Fase Define Un Reto

 A modo de introducción, hablaremos un poco de lo que significa este segundo proceso dentro de la metodología Design Thinking, la fase definir un reto. La fase DEFINE consiste, básicamente, en encontrar el problema de nuestro perfil, qué es lo que le impide progresar. Para ello, debemos hacer las preguntas acertadas a nuestro usuario, hasta llegar al meollo del problema. Esta fase del Design Thinking es primordial para todo el proceso, ya que solo haciendo un "diagnóstico" del perfil, podremos encontrar el "tratamiento" adecuado. En otras palabras, la única forma de ayudar a nuestro perfil, y que esta ayuda dé resultado, es conocer el problema para estudiar las posibles soluciones.

 

Al empezar a trabajar en esta fase, la primera pregunta que nos hicieron en clase fue: ¿Podéis representar un cuadrado sin dibujar sus lados? En un primer momento, creíamos que era imposible, pero cuando nos paramos a pensar descubrimos que había muchísimas formas de hacerlo, habíamos puesto en funcionamiento nuestro pensamiento lateral y nuestra imaginación.

 

 

Acto seguido, debíamos contestar a las siguientes preguntas individualmente:

 

1) ¿Qué cosas que no sabías de vuestro estudiante aprendiste haciendo el mapa mental?

  • Le aburren los libros. No se siente motivado en su barrio, Matete, ya que no puede hacer lo que le gusta verdaderamente. Por eso, quiere mudarse a Sevilla y jugar al fútbol allí.
  • Le gustaría aprender con movimiento.
  • Escucha música reggae y rap.

2) De todas las ideas que surgieron, ¿cuáles han sido las más inspiradoras?

  • La realización del diario contando nuestra historia/experiencia.
  • Cada inicial de nuestros nombres representa una característica de nuestro reto.
  • Somos misioneras viajando por el mundo y ayudando en barrios marginales.
  • Sami sueña con ser futbolista y entrenador del equipo Sevilla FC.
  • Sami es un chico pobre, de 17 años, que cuenta con muy pocas posibilidades para lograr su objetivo: SER FUTBOLISTA.

La siguiente actividad que hicimos fue realizar una pirámide con todas las ideas que habíamos propuesto y seleccionar las de mayor relevancia (entre 3 y 5).

 

 

 Una vez realizada la pirámide y decidido cuáles eran las ideas más importantes, teníamos que determinar, en grupo, si la relación entre Sami y las ideas seleccionadas era positiva o negativa. En caso de que dicha relación fuese negativa, debíamos proponer una solución para eliminar este efecto negativo. Si, por el contrario, la relación era positiva, nuestro trabajo se centraba en dar ideas relacionadas con este aspecto positivo para aumentar el efecto de dicha positividad.

 

 

Llegados a este punto de la fase define, toca hacer una oración que resuma todo lo propuesto anteriormente. En nuestro caso, el resultado de la oración fue el siguiente: "Sami es un chico aficionado al fútbol que necesita aprender español de forma gratuita e innovadora, porque tiene pocos recursos económicos y quiere mudarse a Sevilla para jugar allí y tener una vida mejor".

 

Tras este primer intento de definir el reto, teníamos que volver a definirlo, pero esta vez, de manera más sencilla y general. Así que nuestro grupo, TRISA, decidió crear una oración aplicable a todos los niños que tuvieran necesidades semejantes a las de Sami, con dificultad para hacer lo que les gusta. La oración definitiva fue la siguiente: "Jóvenes africanos de barrios marginales, aficionados al deporte, desean hacer de su pasión una profesión. Por lo que necesitan aprender español de una manera innovadora y dinámica, para poder cumplir el sueño que tanto anhelan: VIAJAR A EUROPA".

Con la realización de esta última oración, y estudiando cada una de las partes que la forman, simplificamos mucho más nuestro propósito y descubrimos que nuestro objetivo como misioneras se reducía a: "Enseñar español a jóvenes africanos de barrios marginales".

 

Gracias a la conclusión obtenida, nos fue más fácil hacer la pregunta que definiría nuestro reto, ya que este proyecto tiene una finalidad. Por lo que, en primer lugar, debemos saber qué queremos hacer y, en segundo lugar, decidir cómo lo vamos a hacer. La pregunta es la que aparece a continuación: "¿Cómo podríamos enseñar español a niños africanos sin que salgan de África?".

 

 

La última labor de la fase define es compartir nuestro trabajo con los demás grupos de clase. Para ello, vamos rotando por los papelones de los distintos equipos con la oración que define su reto y cada uno escribe en un post-it las ideas que se le ocurren. A continuación, cada grupo debe agrupar dichos post-it y seleccionar la idea que les resulte más atractiva de entre todas las del papelón. Finalmente, los miembros de cada grupo presentan su reto al resto de la clase, y los demás grupos adoptan una labor crítica, aportando sugerencias de mejora. De esta forma, se hace posible el enriquecimiento de los trabajos, con la ayuda de las ideas y la imaginación de toda la clase.

 

 

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